Se podría definir la obra fotográfica de este fisionomista, médico inventor y precursor de lo que es el cine como una obsesión constante por dejar plasmado gráficamente la huella de los movimientos, y podrían resumirse sus trabajos en una preocupación constante: ver lo invisible.
Estas fotografías fueron tomadas entre 1899 y 1901 cuando centro sus trabajos en la aerodinámica y para ello estudió como reacciona el aire en contacto con diferentes formas.
La de abajo a la derecha es la máquina que diseñó para crear estas secuencias de humo dentro de una caja transparente.
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